Una vislumbre de gloria - Kathryn Kuhlman

Lo que pensaba, lo que creía, lo que decía.

‘Yo no fui la primera opción de Dios…pero ningún hombre estuvo dispuesto a pagar el precio’.
‘El tremendo sentido de responsabilidad está siempre conmigo…algunas veces es tan abrumador que más de una vez he envidiado a la pequeña mujer de la granja de Misuri’.

“Yo no tengo poder para sanar. Nadie sabe cuánto dolor siento internamente cuando ha terminado un servicio, y veo a algunos que salen en las mismas sillas de ruedas en que entraron’.‘Nadie disfruta más de ser cristiana que yo. Y no cambiaría esto por ninguna otra cosa que conozca en el mundo.’

‘No fue la suerte ni la influencia. Solo fue el trabajo duro y la providencia de Dios.”