Las palabras que pronunciamos pueden cambiar nuestra vida, y traer felicidad. La vida está atada a las palabras. La palabra es el último elemento de la espiritualidad de la cuarta dimensión, pero es el más importante, ya que la manera de hablar cumple el rol de liberar a los tres elementos claves.
El hecho de hablar bien transforma la mentalidad, el sueño y el corazón. Por el contrario, puede arruinarse algo por el mal uso de la palabra. Hay poder aun en las palabras que emitimos sin pensar mucho. Un poder que supera nuestra imaginación. Esto quiere decir que las palabras son como el volante que nos permite determinar la felicidad o la infelicidad de nuestras vidas.
Adopte la espiritualidad de la cuarta dimensión como la brújula de su vida. ¡Simple, práctico y poderoso!
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