Habiendo experimentado adicción a la pornografía gay por más de veinte años y habiendo tenido relaciones sexuales con más de seiscientos hombres a lo largo de su vida, Carlos Catari se consideraba completamente homosexual, pero un homosexual infeliz, porque a pesar de ser atraído sexual y emocionalmente por personas del mismo sexo, esta atracción era indeseada.
Luchó con todas sus fuerzas durante años por cambiar esa atracción hacia el mismo sexo porque se confesaba cristiano y pensaba equivocadamente que eso era lo que Dios esperaba de él, que cambiara para serle agradable, hasta que un día Dios le mostró que a Él no le interesaba su cambio, lo que quería era su corazón.
Fue así como ocurrió lo inexplicable, y en este libro Carlos nos enseña cómo, al entregar verdaderamente el corazón a Jesús sin esperar nada a cambio, enfocándose solo en conocerle y renovando la mente por medio de su Palabra y de su Espíritu, pudo experimentar la más profunda y gloriosa transformación, pero ya no en sus fuerzas, sino en las de Dios.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.