¿Tiene su lengua intelecto propio?
Algunos de los mayores problemas de nuestra sociedad se generan por la forma como utilizamos la lengua. Existe una filosofía de vida que utilizan muchas personas: “Hablar primero y pensar después”. Esta forma de actuar las convierte en potenciales candidatas para vivir enredadas en problemas como: la mentira, engaño, chisme, murmuración, calumnias, la prepotencia y muchos otros. Posiblemente controlar la lengua puede resultar en frustración, pero aún existe esperanza para cambiar. Los patrones que determinan la manera de hablar, pueden ser transformados.
En esta práctica obra, aprenderemos a construir y desarrollar elementos que nos permitirán compartir conversaciones que ayudarán, animarán y fortalecerán a las personas con las cuales nos relacionamos, lo cual es posible mediante el control del Espíritu Santo. Con la ayuda de Dios, usted aprenderá a mantener su lengua bajo control. Las palabras amables pueden calmar un espíritu quebrantado y restaurar las relaciones rotas. Se trata de agradar a Dios, y construir a otros. Al final del libro, usted encontrará una guía de estudio que podrá trabajar individualmente o en grupos.
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